viernes, 30 de agosto de 2013

SOBRE LA REFORMA DEL PLAN DE ESTUDIOS EN CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN

Compartimos un documento enviado por el Espacio Interclaustros

Aportes para la Discusión 

LA REFORMA ESTÁ EN MARCHA

Durante los últimos dos años se llevaron a cabo en la Facultad diversas instancias dedicadas a discutir las direcciones y los criterios que debían orientar el Nuevo Plan de estudios de la Carrera. Desde el comienzo de los debates, como docentes y graduados de la misma planteamos la necesidad de que se promoviera la participación de los tres claustros en esos espacios, a fin de que las decisiones que requiere la reforma pudieran acordarse de un modo democrático.



Con ese ímpetu participamos en jornadas, reuniones y foros; pusimos en juego nuestras caracterizaciones del estado del campo y del momento histórico, y el balance de la experiencia acumulada en nuestra carrera y nuestra facultad; la pregunta que mantuvimos siempre en primer plano fue cuál es el tipo de formación, en tanto ciencia social relativa a la comunicación y la cultura, que una universidad pública debe perseguir en el contexto actual, nacional y latinoamericano. Desde este lugar, hemos asumido con creces el compromiso con el proceso de reforma, convencidos de que el nuevo plan debe superar al actual en sus contenidos, estructura y objetivos.

La propuesta de Nuevo Plan puesta en circulación por la Dirección de la Carrera en las últimas semanas recoge en parte los criterios que conforman el campo extendido de acuerdos de nuestra comunidad académica (cuatrimestralización, una introducción a la comunicación en el CBC, un tronco común menos extenso, etc). Pero a la vez, en esa versión se ratifican de modo unilateral algunas decisiones que fueron objetadas en los espacios públicos de debate (los contenidos del ciclo inicial, los modos y principios que guiarán las prácticas profesionales, etc.) De la misma forma se presentan allí como definitivas otras propuestas que nunca fueron debatidas.

Unido a ello, en la última reunión de Junta de la Carrera se decidió realizar un plebiscito electrónico dirigido a los estudiantes; desde la Carrera no se ha aclarado todavía qué es lo que se pondría a votación mediante ese procedimiento.

Nos preocupa sobremanera esta última decisión que cierra (o niega) de manera abrupta los debates en curso y se apresura a establecer decisiones poco elaboradas. No queremos mantener una discusión infinita, pero tampoco somos partidarios de acelerar el proceso abierto en nombre del temor a un supuesto fracaso en su concreción. No acompañamos la declaración forzada de consensos, en verdad aparentes porque todavía están en vías de discusión. Pero sobre todo creemos que no conviene subordinar la necesaria definición del Nuevo Plan a los tiempos electorales que se avecinan en la Facultad porque distorsionaría ambos procesos; nuestra Carrera no puede desperdiciar la oportunidad de construir una nueva formación para las próximas generaciones por la simple presión del presente doméstico.

Ante ello, entendemos que es necesario sintetizar una vez más nuestros señalamientos sobre algunas de las cuestiones más importantes que están en discusión y dejar planteadas alternativas que puedan contribuir a mejorar lo formulado en tanto, a nuestro juicio, la última propuesta de plan emitida desde la Dirección de la Carrera muestra debilidades importantes y problemas en zonas significativas.


I.                             Acerca del CICLO INICIAL

Hay consenso en reducir al mínimo el ciclo de cursada obligatoria e implementar un régimen de promoción por créditos; pero para ello, la Dirección de la Carrera propone dejar de lado toda correlatividad entre materias, hecho que suscita posiciones encontradas todavía no saldadas.

El nuevo Plan exige a los estudiantes una mayor responsabilidad en sus elecciones de cursada; nos corresponde a nosotros, entonces, la responsabilidad de asegurar una progresión necesaria de conocimientos en los comienzos de la carrera que permita ejercer dicha libertad y poner en práctica tales elecciones.

La necesidad forzosa de un recorrido lineal y unidireccional entre contenidos es difícil de sostener. También lo es la negativa a establecer una secuencia lógica o cronológica deseable, y a considerar niveles de complejidad crecientes, sistemas de relaciones conceptuales a ser recorridos o referencias históricas a retomar. De hecho la propia Dirección de la Carrera asumió la secuencialidad como necesaria al reclamar una Introducción a la Comunicación en el CBC.

Consideramos que es necesario garantizar una formación básica común a todos los graduados. Su falta generaría un déficit que haría más difícil al estudiante tomar las decisiones de cursada, con la posibilidad incluso de que aumente el potencial de deserción o se prolongue su tiempo de formación.

Otro punto de consenso fuerte de la comunidad de las Ciencias de la Comunicación es la pertenencia al campo de las Ciencias Sociales. Sin embargo, en la versión del Plan se tiende a relativizar la condición de la Comunicación en tanto campo de confluencia de saberes y conocimientos de diversas disciplinas.

Dado que no es posible decidir sobre lo que se desconoce, la propuesta de Plan presenta una supuesta libertad que es en verdad dependencia a un esquema implícito previamente trazado que no se explicita; los estudiantes encontrarán muy adelante en su carrera los baches y faltantes conceptuales que dejaron fuera inadvertidamente por el camino. Para lograr una formación acorde a una perspectiva que considera a las Ciencias de la Comunicación dentro del campo disciplinar de las Ciencias Sociales es indispensable establecer un núcleo común obligatorio de conocimientos reconocidos por su carácter fundacional, en tanto sobre ellos se basan los desarrollos ulteriores de estas ciencias. Esa consideración debe verse concretada en un esquema del Plan de Estudios que organice los recorridos de manera tal que permita una sólida formación en las tradiciones intelectuales y los fundamentos disciplinares, teóricos, epistemológicos y conceptuales que son propios de las Ciencias Sociales y por lo tanto de las Ciencias de la Comunicación.

Es por ello que en nuestra versión del Nuevo Plan establecemos un núcleo obligatorio de materias que cuenten entre sus contenidos con las bases de nuestro campo disciplinar. De esa manera se garantizará que los diversos recorridos habilitados posteriormente por el Plan de Estudios cuenten con supuestos teóricos y conceptuales consolidados. Asimismo, la creación de este núcleo común obligatorio de materias construye una secuencialidad y gradualidad que facilita los pasos iniciales en la adquisición de todo conocimiento. Y, a la vez, tiene en cuenta las asignatura que los estudiantes deben recorrer en el CBC.

Las formas en que los conceptos, perspectivas de análisis y teorías forjadas en una disciplina, se ponen en juego para abordar objetos y constituir enfoques específicos, son realmente complejas y el propio desarrollo del campo de estudios en comunicación y cultura, que es producto de ello, lo muestra. No obstante, eso no significa que no haya sido necesaria para la constitución del campo tanto como para la formación de nuestros estudiantes una aproximación que privilegie la especificidad de esas otras disciplinas. Más que suponer que el aporte de cada disciplina está procesado en el saldo que deja el propio desarrollo del campo, prescindiendo de una analítica de los aportes conceptuales de las disciplinas constitutivas, lo que hace falta en todo caso es una mayor explicitación de la articulación de los contenidos y de los recorridos.

A continuación proponemos una forma posible de organización del Ciclo Inicial, de cursada obligatoria con correlatividad semi-abierta. Por supuesto, se trata de un esquema a desarrollar y discutir. Tomamos para ello los nombres de materias que figuran en la propuesta de Plan enviada por la Carrera, en tanto no se completado el proceso de producción de contenidos mínimos (ver abajo, IV.)


II.                             Acerca de los CICLOS ORIENTADOS
Entre los distintos actores y agrupaciones dedicados a producir el futuro Plan hubo fuerte coincidencia en que el ciclo de orientaciones era una de las cuestiones importantes a modificar. Acordamos en que las orientaciones debían permitir una formación profesional suficiente y actualizada; se establecieron para ello tres zonas principales de trabajo - investigación, intervención y producción - y se insistió además en la conveniencia de que los estudiantes cuenten con la posibilidad de cursadas combinadas y/o complementarias. En las recientes Jornadas de discusión del Plan diferentes voces señalaron y dejaron claro que este Ciclo supone el desarrollo de proyectos integradores.

Sin embargo, en la última propuesta de la Dirección de la Carrera, los Ciclos Orientados conservan las debilidades del plan actual: hay muy poca flexibilidad para la electividad, los recorridos están compartimentados. La desconexión limita los recorridos; no hay articulación entre la investigación y la producción, ni entre la investigación y la intervención; tampoco entre producción e intervención.

Peor aún: se ha desarticulado también la relación entre formación teórica y producción. En ese esquema, cuesta ver un énfasis para que el estudiante de la orientación en Investigación investigue, en Producción produzca, o en Intervención opere. La práctica quedó fuera del ciclo orientado, limitada a los trabajos prácticos que pueda solicitar cada docente, al igual que en los ciclos anteriores, y en el Plan actual. El ciclo se compone de recorridos panorámicos que no habilitan la formación en acción. Sumado a ello, el ciclo orientado en Producción aparece limitado a la "producción periodística y publicidad" - un recorte nunca planteado ni discutido - corriendo el peligro de dejar de lado toda una gama de actividades mediáticas y tecnológicas, en especial las producciones audiovisuales como el documental, los estudios etnográficos visuales, las producciones histórico-políticas audiovisuales, la ficción, etc. Todas formas de producir que se consideran positivamente en los artículos de la nueva Ley de Servicios Audiovisuales, donde se declara el apoyo y la decisión de distribuir las realizaciones universitarias.

Creemos que este segmento de la formación requiere un proceso que integre teoría y acción, dirigido a la comprensión del fenómeno social desde intereses y perspectivas propias, junto a la capacidad de reflexionar críticamente sobre la práctica. En suma, proponemos para ello una estructura de cursada que hace eje en un proyecto, desarrollado en etapas en Talleres y con el aporte de los seminarios y materias que el estudiante elija según lo requiera su plan de trabajo. A continuación una propuesta para definir cómo deberían estructurarse los ciclos orientados.


III.                             Acerca de las llamadas PRÁCTICAS PROFESIONALES

En la propuesta presentada por la Dirección de la Carrera, la práctica que fue eliminada de los ciclos Orientados se ha depositado en un área denominada Prácticas Profesionales, área establecida como obligatoria, con un paquete de 240 hs, y dispersas a lo largo de toda la Carrera. Esa decisión de ubicar la formación práctica como actividad adyacente a la cursada encierra un peligro evidente: crear zonas paralelas de trabajo radicadas en ámbitos de desempeño profesional. Sin articulación funcional con los recorridos formativos determinados por los estudiantes, diseñadas de forma autónoma por algunos docentes – no se exige a las cátedras que planifiquen una zona de práctica profesional, quedando esa posibilidad al criterio de cada titular –, y en instancias no académicas aparecen simplemente como horas dedicadas a proyectos externos y no confluyentes en obras propias. A diferencia de lo que ocurría hasta ahora con talleres, seminarios y Talleres Anuales, se presenta como un aprendizaje vinculado a la figura del “ayudante”, “asistente” o “participante”.

De este modo, consideramos que el esquema de “prácticas profesionales” propuesto implica un fuerte retroceso. Si lo sumamos a la desarticulación de los ciclos Orientados, volvemos a una situación que este Plan debía superar: el estudiante tendría su primera oportunidad como realizador integral recién en el trabajo final de graduación. Trabajo final que dicho sea de paso, a pesar de su denominación de “integrador”, ha sido despojado de los requerimentos de investigación que hasta ahora tenían las tesinas.

No negamos la necesidad de coordinar mejor los procesos de inserción de los estudiantes en los distintos espacios en los que llevarán adelante sus prácticas formativas; esos procesos deben contar con respaldo y perspectiva académica. A su vez, en distintas oportunidades hemos manifestado la necesidad de que la carrera cuente con los ámbitos propios para ello (centros de investigación, agencias de noticias, observatorios, etc.), pero en todas sus instancias formativas la carrera debe apuntar a formar a los estudiantes como sujetos de expresión, investigación y operación en el campo de las relaciones sociales.

Creemos que las horas de práctica profesional pueden reinsertarse en el desarrollo principal de la Carrera. En ese punto, la declinación de matrícula que vive Sociales en los últimos años, permite por otro lado que la relación estudiante/docente tienda a personalizarse más y que los equipos de cátedra estén en mejores condiciones para contar con todos los recursos necesarios para realizar el seguimiento pedagógico pertinente.


IV. Acerca de los contenidos mínimos

Dicho todo lo anterior, es ineludible encarar un debate a fondo de los contenidos mínimos de cada asignatura; tanto de las nuevas como de las que ya se dictan. Si bien es legítimo tomar en cuenta las propuestas de contenidos mínimos que pueden proponer las cátedras existentes, es necesario construir un proceso que construya una mirada global sobre la carrera que articule la diferentes propuestas.

La discusión sobre una estructura superadora de las debilidades demostradas por el plan actual, debe ir acompañada de ese debate y de esa construcción. A partir de ello podrán pautarse de modo definitivo las relaciones secuenciales entre asignaturas y ciclos, como marco de los múltiples recorridos planteados a los estudiantes.

Consideramos que el proceso de discusión llevado a cabo hasta ahora necesita generar nuevas instancias de trabajo orientadas específicamente a indagar sobre los contenidos mínimos, con el propósito de construir consensos, plantear posibles disyuntivas y encontrar los caminos que enriquezcan las propuestas puestas en circulación desde las cátedras y demás instancias.

Espacio de Debate Interclaustros

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Twitter: @Espacio53

1 comentario:

  1. En primer lugar demás está decir que esto se subió tres meses mas tarde de lo enviado. Y todo gracias a que ayer tuvieron que contestar en el debate de candidato a directores porqué todavía no habían hecho circular por la lista de profesores y en este canal, que se supone institucional y abierto. En segundo lugar, la propuesta fue enviada con un esquema tentativo de plan. Estaría bueno que eso se pueda subir también con las imágenes o al menos adjuntarlas. Y ni hablar de que les avisen a su lista estudiantil, la campora-UES que entonces dejen de pasar por cursos diciendo que solo hay una propuesta de plan. Saludos

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