viernes, 11 de mayo de 2012

Propuestas de la “Cátedra de Metodología y Planeamiento de la Comunicación” al Documento sobre la Reforma del Plan de Estudios

La cátedra de Metodología del Planeamiento en Comunicación se reunió con el objetivo de reflexionar y realizar algunos comentarios vinculados al documento enviado por la carrera. Nos interesa resaltar los siguientes aspectos:
Coincidimos con que las áreas de “Producción, Investigación e Intervención” dan cuenta del perfil de egresado buscado. Sin embargo, nos preocupan los cruces y vínculos que se plantean entre ellas, aspectos sobre los cuales hay que profundizar, así como también sobre las competencias específicas que prevé la estructura del nuevo plan de estudio. Al respecto, creemos que hay que garantizar una mirada más integral.

Con relación al perfil orientado a la intervención, pensamos que las capacidades de “diseñar y ejecutar políticas públicas” exceden a la formación esperada para un graduado de la carrera, la misma debería referirse a las capacidades para intervenir desde lo comunicacional en las políticas públicas o bien para diseñar y ejecutar políticas públicas de comunicación. Nos interesa resaltar en este sentido la expertise comunicacional de los egresados. Por cierto, en la instancia de formación se debería contemplar no sólo la incorporación de conocimientos sobre el Estado, sino también lo que refiere al campo de las políticas públicas. 

Respecto a su ámbito de intervención, consideramos que la formación debe centrarse en el ámbito estatal, por tratarse entre otros, de una universidad pública. No obstante, teniendo en cuenta la recuperación del rol del Estado en la implementación de políticas públicas y que dichas políticas se dirigen a los actores del ámbito público estatal, no estatal y privado, consideramos que la universidad pública, desde una mirada integral, también tiene que formar a los profesionales que desempeñen su labor en el sector privado. 

A efectos de la implementación del próximo Plan de Estudios, se tendrán que fortalecer y ampliar las instancias de prácticas pre- profesionales. Consideramos prioritario establecer una modalidad institucional que permita encontrar y asegurar lugares de intervención para las prácticas de los alumnos, pudiendo ser estas en formato de laboratorios y observatorios, tal como lo vienen llevando adelante otras instituciones universitarias.  Esto se tendrá que instrumentar no sólo de manera intra-institucional (en y a través de talleres equipados y con los recursos humanos necesarios), sino a través de acuerdos con otras organizaciones y organismos. 

Por su parte, consideramos que dados los años transcurridos desde que se creó la carrera y la cantidad de egresados que han desarrollado su labor en las áreas de “producción, investigación e intervención”, sería conveniente generar un espacio en red de sistematización de los recorridos y experiencias llevadas adelante. La idea es que sirva de insumo para la formación profesional y académica, para la intervención y para los vínculos que establezca la carrera con otras instituciones. 

Con relación a las áreas de vacancia, consideramos que hay que definir con mayor precisión el concepto de las mismas. Las áreas presentadas no poseen la misma entidad. Por ejemplo, “diseño gráfico” debería ser una materia y no un área en la que los egresados de la carrera deberían formarse. No nos queda claro lo relativo a la “teoría de la imagen” por tratarse de un concepto que proviene del ámbito privado que habría que abordar desde una mirada crítica y de manera integral desde las políticas de comunicación. Entre las áreas de vacancias encontramos que deberían agregarse las “políticas culturales” por tratarse de espacios de conocimiento e intervención estrechamente vinculados a la comunicación y la “gestión de emprendimientos comunicacionales” (agencias, consultoras, medios alternativos, laboratorios, grupos creativos, etc.) entendiendo por tales aquellas iniciativas que los egresados de la carrera pueden llevar a cabo individual o grupalmente de manera autónoma en el ámbito público no estatal y privado.  

Asimismo, consideramos que las “nuevas tecnologías de información y comunicación” constituyen un eje que atraviesa fuerte y crecientemente la formación de los alumnos y que también habrá que incorporar a las capacidades que tienen que adquirir los docentes, desde un abordaje crítico e integral que tenga en cuenta, entre otros, su incidencia en las relaciones sociales y en la forma de percibir al mundo. También hay que contemplar la importancia efectiva que tiene la relación con otras disciplinas en las áreas de “producción, investigación e intervención”.

Por último, si bien trasciende a la reforma del Plan de Estudios, observamos que a lo largo de los últimos años ha aumentado la incorporación de profesionales de la carrera en el ámbito público estatal, no estatal y privado. De todos modos, sería conveniente que tanto la carrera, como la Facultad, profundizaran y ampliaran la política institucional de relaciones con las organizaciones de dichos ámbitos a efectos de difundir los  perfiles y habilidades adquiridas por los graduados de la carrera e identificar necesidades, para  potenciar y fortalecer los espacios de intervención e investigación. La red de sistematización de los recorridos y experiencias transitadas por los graduados puede constituir un insumo importante para dicha labor.

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